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Desde el Movimiento no Matarás repudiamos enérgicamente los asesinatos ocurridos en el norte de nuestro país contra los Pueblos originarios. Solo en enero tres episodios de violencia racista y clasista develan que en la férrea y justa defensa de los derechos humanos en Argentina, no entran todavía las comunidades aborígenes y las violaciones sistemáticas que sufren cotidianamente.

Celestina Jara de 49 años y su nieta Lila de 10 meses atropelladas por un gendarme que se bajó del auto a golpear al esposo de Celestina único quehabía quedado vivo después del impacto, Ricardo Coyipe que aún tiene dolores en el alma y en los huesos. Imer de 12 años, en el Impenetrable, cuyos asesinos después de matarlo a golpes le arrancaron el pedazo de piel donde llevaba el tatuaje de su etnia Qom.

Juan Daniel Diaz, en la colonia PotaeNapocnaNavogoh de 16 años hijo de Pablo, un luchador por la causa indígena y sobrino de FelixDiaz.

Estos crímenes indican la violencia terminal, la ostentosa, pero es precedida por otra silenciosa que se manifiesta en la ausencia de igualdad de derechos con otros habitantes de nuestra sociedad. Acceso al agua, a la salud, a la tierra, a la identidad y a la construcción de ideas propias, como piden los ancianos de pueblos preexistentes a nuestros estados
Intendentes denunciados penalmente por conductas racistas y discriminadoras, como Lorenzo Heffner en Villa Rio Bermejito, en el Impenetrable, Gobernadores como GildoInsfran y su política de despojo y muerte y un Gobierno Nacional insensible que recibe a Luis Miguel y a Madonna pero no a FelixDiaz son el mejor marco para que los violentos con móviles claramente racistas puedan atentar una y otra vez contra los habitantes de los pueblos indígenas.

Para terminar con la estigmatización que mata es que nos levantamos hartos de tanta pasividad y exigimos el cese de la violencia para con nuestros hermanos de Pueblos originarios.

No Mataras, enero 2013